Recuperando los beneficios de la musicoterapia un breve sobre la voz.
La voz es una herramienta imprescindible en el rito del desahogo y en el alivio del dolor físico o psíquico. La emisión de voz cantada es una forma muy eficiente de elevar nuestra vibración personal. Hace más de 20 años que se descubrió científicamente que mediante nuestra voz y el sonido de instrumentos acústicos musicales se puede conseguir la auto-destrucción de las células cancerosas y la curación de infinidad de enfermedades. Según los últimos descubrimientos de física cuántica, estamos hechos mayoritariamente de vacío y energía vibrando a diferentes frecuencias. Energía es igual a vibración, vibración es igual a sonido, sonido es igual a nota musical. Con el poder de nuestra voz podemos modificar las frecuencias inarmónicas que nos están causando enfermedad, malestar, desequilibrios y bloqueos en nuestro campo energético, cuerpo y mente. No es necesario saber cantar, ni tener conocimientos musicales, ni tan siquiera tener una bonita voz. Cualquier persona que puede hablar, puede entonar y se puede beneficiar. Si supiéramos que nuestra sanación está en nuestro interior, que no hay que buscarla fuera, y que la vibración de nuestra voz es el camino más rápido…. ;Una experiencia musical única. A través de la voz y sus armónicos, y de la vibración pura de los cuencos de cuarzo y tibetanos se evocan instantes de paz, relajación, meditación, inspiración e intuición. Mediante el sonido de la voz e instrumentos acústicos es posible alcanzar diferentes estados o niveles de conciencia. Latiremos al unísono con la vibración del sonido y nuestro cuerpo que es inteligente por naturaleza, resonará con las frecuencias que le sean más afines a nivel terapéutico.
Pasamos a esperimentar con algo un poco remix, ligerito. Aunque por aqui nos perdemos parte importante de la experiencia en la resonancia del espacio y la emboltura energetica que se puede crear entrelazando las vibraciones sonoras y se siente muy fisicamente…Pero no deja de ser lo suficientemente intenso a nivel interno si dejamos la vibracion ir libremente donde quiera, disfrutando de lo que nos sugiera en cada momento
Según muchos terapeutas la herramienta sonora más poderosa del sonido es el canto de armónicos. Este canto está integrado en nosotros, solo hace falta aprender a hacerlo vibrar de forma audible para todos. A través de nuestras propias voces, podemos proyectar a la parte enferma la frecuencia de resonancia equilibrada, y devolver su frecuencia natural.
Según Jonh Beaulieu, la entonación de armónicos afecta incluso al flujo de la kundalini de las tradiciones místicas. Tema muy relacionado con los mantras tibetanos y de otras muchas culturas o religiones incluidas las occidentales con por ejemplo los cantos gregorianos o sin tanto bombo, unas matinés o la bendición de la mesa de algún convento que eso ya es entrar en otras dimensiones, revivir y renacer.
En próximas entradas nos adentraremos en el mundo no solo de los cantos armónicos, también en las frecuencias y vibraciones de diversos tipos. Seguimos de momento con la música clásica y en esta ocasión tratamos los dolores de cabeza, los dolores de estómago y también para finalizar una batería de piezas musicales para energizarnos…
Lo que tienes que hacer en esta ocasión es muy fácil, escuchar, dejarte fluir y disfrutar 🙂
1.. Música para el Dolor de Cabeza:
Sueño de Amor de Listz
Serenata de Schubert
Himno al Sol de Rimsky-Korsakov
http://www.youtube.com/watch?v=NBwXt_06T9w
2.- Música para el Dolor de estómago:
Música para la Mesa de Telemann
Concierto de Arpa de Haendel
Concierto de oboe de Vivaldi
http://www.youtube.com/watch?v=jEQ0N9D1NQs
Música Energéticas para cargarnos de energía :
La suite Karalia de Sibelius
Serenata de Cuerdas (op. 48) de Tschaikowsky
Obertura de Guillermo Tell de Rossini
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Técnica terapéutica musical en todas sus formas activa o receptiva por parte del paciente
Esta terapia parte de la idea que gran parte de las enfermedades tienen su origen en el cerebro. Siendo este órgano el encargado de transmitir a una determinada parte del organismo un estímulo determinado que reproduce una enfermedad.
Con la terapia musical se transmite al cerebro unos estímulos para inducirlo a la relajación o a la corrección de lo estímulos que reproducen la enfermedad. Esto se consigue a través de diversas melodías con las que se pueden conseguir efectos sorprendentes. De los que se han hecho múltiples estudios, demostraciones científicas y de hecho se usan de manera todavía discreta en muchos hospitales.
Lo que produce en nosotros es muy fácil de comprobar, todos sabemos reconocer cuándo una canción nos parece y nos pone “alegre” y nos hace recordar o proyectar situaciones felices o nos parece “triste” induciéndonos a la tristeza o melancolía. Trayendo a nuestra memoria recuerdos o proyecciones que siguen alimentado ese estado.
Aunque la musicoterapia ya se conoce desde la antigüedad, son muchas las culturas que la utilizan, siendo los instrumentos antiguos en muchas culturas básicos para ciertos tratamientos. En occidente es por los años 40 del pasado siglo que se la reconoció y dio uso como rama de medicina recuperativa, con efectos fisiológicos, afectivos y mentales, contribuyendo a un equilibrio psicofísico de las personas.
En la actualidad su uso menos profesional pero más extendido se aplica en desequilibrios nerviosos, influye positivamente sobre el corazón y pulmones, alcoholismo, drogas y como prevención de suicidios.
Pero ya los más profesionales tratan en general todo tipo de enfermedades la mayoría ya documentadas y poco a poco se van documentando muchas más.
Esta terapia contempla en general tres aspectos: la interacción positiva del paciente con otros seres, la autoestima y el empleo del ritmo como elemento generador de energía y orden.
La musicoterapia se usa como herramienta de motivación para el desarrollo de autoestima, con técnicas que inducen a sentimientos de autorrealización, autoconfianza, autosatisfacción y mucha seguridad en uno mismo.
El ritmo, dinámico en la música, es estímulo orientador de procesos psicomotores que promueven la ejecución de movimientos que nos hacen consientes de nosotros y nuestro cuerpo.
La herramienta sonora más poderosa según muchos terapeutas del sonido es el canto de armónicos.
A través de la voz, proyectamos a la parte enferma la frecuencia de resonancia necesaria para que recupere su frecuencia normal.
Estos canticos tienen su referente más extendido con los mantras tibetanos. Aunque son muchas las culturas y pueblos que también los usan en mayor o menor medida.
Una lista muy conocida de temas para diferentes problemas en la cultura occidental.
Poco a poco iremos implementando los maken sufís, mantras tibetanos y piezas africanas, americanas y orientales de demostrada eficacia en múltiples problemas de salud.